martes, 17 de febrero de 2015

El espejo chino

Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerse un peine.

Después de la venta de su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros para celebrarlo. Después, algo confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero... ¿Qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al pueblo. Al llegar a casa, el hombre le dio a su mujer el espejo y, la mujer disgustada, no la acepto, entonces el hombre se lo quedo. Por la noche, mientras el hombre dormía, se despertó sobresaltado porque una luz salía del baño. El hombre se acercó y vio una cosa maravillosa: el espejo era mágico. Al tocar su reflejo lo atraviesa y desaparece sin más.
Esta historia la he visto con mis propios ojos porque yo fui su mujer, ahora guardo el espejo en una caja fuerte para que nadie más lo abra.

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